Vuelta al cole. Mente y corazón preparados, listos, ¡ya!

Esta época del año es difícil para profesores y alumnos. Después del descanso estival comienza la actividad : rutinas, levantarse pronto, responsabilidades, lo que puede ocasionar que aumente el nivel de estrés. Mindfulness ofrece consuelo y ayuda para preparar no solo la mente sino el corazón y así afrontar con éxito la vuelta al cole.

Mentes enfocadas y claras para aprender

Si eres profesor conseguir una atmósfera de calma y estabilidad el primer día de clase es un reto, y primer paso clave en la preparación de los estudiantes para lo rigores del día.

Sigue los cuatro pasos que te proponemos para lograrlo :

«Yo nunca enseño a mis alumnos. Solo intento proporcionar las condiciones en las que pueden aprender» Albert Einstein

PASO 1. Comienza tomando con ellos un par de respiraciones profundas. Pídeles a tus estudiantes que lleven los hombros hasta los oídos, déjelos caer lentamente y dejen escapar un suspiro. Repite 3-4 veces o según sea necesario.

PASO 2: Diles que enfoquen su vista en un punto de la clase, puede ser un dibujo o símbolo sencillo en la pizarra. Mientras miran fijamente ese lugar pídeles que noten la planta de sus pies. ¿Están calientes o fríos?

PASO 3: Por último, que observen el lugar de su cuerpo donde la respiración es más fuerte, donde la noten con más claridad.

PASO 4: Momento para compartir. ¿Qué habéis notado? Esa pregunta les da el espacio y el tiempo para reflexionar y expresarse de forma verdadera y abierta.

Preparar el corazón para estudiar

El primer día de colegio las emociones se mezclan. Los estudiantes pueden sentirse desde excitados ante las novedades, nostálgicos por las vacaciones o estresados por las responsabilidades. Eso puede hacer que surjan tensiones o conflictos entre ellos.

Prueba a explicarles que es natural sentir todas esas emociones y que a veces nos volvemos nerviosos y alterados. Lo más importante es ser consciente de eso.

Ahora pídeles que coloquen una mano sobre la mesa y dibujen con la otra,muy despacio, (puedes marcarles tú el tiempo) la silueta de su mano inspirando y espirando al subir y bajar por cada dedo.

Es bueno que lo repitan tres veces, podría ser con un color cada vez, observando cómo su corazón se tranquiliza. Esta actividad crea espacio entre su cerebro racional y el emocional, dándoles la oportunidad de reflexionar y decidir cómo actuar.

«Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio reside el poder de elegir nuestra respuesta. Y en nuestra respuesta yace nuestro crecimiento y libertad» Victor Frankl

No olvides celebrar con tus alumnos al final del día, revisando las experiencias más desafiantes. Recuérdales cuáles son sus fortalezas y haz que se sientan orgullosos de enfrentar el desafío de un nuevo curso.

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